Mantente seguro en la carretera evitando conducir con somnolencia

Conducir con somnolencia es un término utilizado para describir una situación en la que un conductor está demasiado cansado para prestar la debida atención a la carretera, posiblemente hasta el punto de quedarse dormido al volante. Las consecuencias pueden ser peligrosas, y a veces mortales. Normalmente, la conducción somnolienta se produce cuando el conductor no ha dormido lo suficiente. Esto puede deberse a varias razones: desde trabajar muchas horas hasta el insomnio.

Sin embargo, también puede producirse por conducir durante largos periodos de tiempo. Los conductores de camiones pueden ser especialmente propensos a pasar un tiempo excesivo en la carretera. Además, el mero tamaño y peso de los vehículos que conducen facilita que se cansen. Por eso se les exige que cumplan unas horas de servicio específicas. Otras causas de la conducción somnolienta son la comida, el alcohol y los medicamentos. Conducir con el estómago lleno a veces puede provocar somnolencia a los conductores que tienden a sentirse cansados después de una comida copiosa. Se sabe que incluso una cantidad modesta de alcohol ralentiza el funcionamiento normal del cerebro con resultados desastrosos, y muchos medicamentos pueden causar somnolencia, lo que reduce el nivel de alerta en la carretera. Según un nuevo estudio de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA) publicado en un informe del Centro de Control de Enfermedades sobre morbilidad y mortalidad, hasta el 33% de los accidentes mortales de automóvil con resultado de muerte están relacionados con algún tipo de conducción somnolienta. En ese mismo informe, la conducción somnolienta se relacionó con la corta duración del sueño (que se definió como menos de seis horas al día) y los ronquidos. Para evitar la conducción somnolienta, tienes que descansar lo suficiente. Se recomiendan siete o más horas de sueño para los adultos. Además, evita todo lo que pueda provocar somnolencia al volante, como las comidas copiosas, el alcohol o los medicamentos. Sé consciente de las señales de advertencia de la conducción somnolienta cuando estés en la carretera. Si bostezas o parpadeas con frecuencia, tienes dificultades para recordar los últimos kilómetros, te saltas salidas o te desvías de un carril a otro, busca un lugar donde detenerte o aparcar el vehículo. Si te acompaña un acompañante en el coche, deja que te sustituya.

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