Los tres tipos de conducción distraída

Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera, sólo en 2016 murieron 3.450 personas por conducción distraída. La conducción distraída se asocia normalmente con enviar mensajes de texto o hablar por teléfono, pero hay una serie de distracciones diferentes que pueden perjudicar al conductor. Las fuerzas del orden y los investigadores tienden a dividir la conducción distraída en tres tipos: manual, visual y cognitiva.

Distracción manual

Las distracciones manuales son las que implican que el conductor retire una o ambas manos del volante para poder realizar una tarea. Las distracciones manuales incluyen cosas como comer y beber, maquillarse, ayudar a un niño a abrocharse el cinturón de seguridad, rebuscar entre los efectos personales, fumar y juguetear con el dial de la radio o el aire acondicionado. Estas distracciones son peligrosas porque, sin las dos manos en el volante, el conductor no puede reaccionar rápidamente ante las situaciones del tráfico.

Distracción visual

Las distracciones visuales son lo que la gente suele asociar con la conducción distraída. Una distracción visual es cualquier actividad que haga que tus ojos se desvíen de la carretera. Esto incluye los típicos mensajes de texto mientras se conduce, mirar el sistema de navegación o las redes sociales en el teléfono. Incluso cosas como leer carteles publicitarios, mirar el paisaje o intentar ver un accidente en la carretera pueden ser una distracción visual. Las distracciones visuales son especialmente peligrosas porque un conductor es incapaz de evaluar sistemáticamente su entorno y estar atento a posibles peligros en la carretera. Un conductor distraído visualmente bien podría conducir con los ojos cerrados.

Distracción cognitiva

La distracción cognitiva es menos directa que las distracciones manuales y visuales. No implica apartar las manos del volante ni los ojos de la carretera. Por distracción cognitiva se entiende cualquier cosa que haga que la mente y la atención del conductor se desvíen de la conducción. Las distracciones cognitivas incluyen hablar por un teléfono móvil manos libres, hablar con otros pasajeros, soñar despierto o escuchar la radio. Según el Consejo Nacional de Seguridad, los conductores que miran por el parabrisas pueden perderse el 50% de lo que hay a su alrededor cuando hablan por teléfono. Las distracciones cognitivas pueden ser engañosas porque, aunque parezca que los conductores prestan atención, no son capaces de procesar plenamente los peligros que les rodean.

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